La reacción del paciente ante la situación de estar en una Clínica Dental esperando su entrada con el dentista es muy diferente dependiendo de su
estado emocional.
La psicología diferencia entre dos conceptos:
- Ansiedad: reacción emocional (tensión, malestar, sudoración…) producida por la percepción y anticipación de un peligro o amenaza.
- Temor: tensión ante una causa real.
A pesar de que, paradójicamente, el paciente obtiene lo que teme con su conducta de miedo (más dolor, más tiempo de consulta, más molestias), muchas veces, sobre todo cuando la ansiedad es muy alta, el paciente no puede tranquilizarse con solamente unas palabras cariñosas del equipo odontológico. Cuando alcanza índices muy elevados de ansiedad, el paciente necesitaría seguir un tratamiento psicoterapéutico en el que aprenderá a eliminar la ansiedad.
Pero cuando la ansiedad es menor unas buenas habilidades de nuestro equipo de odontólogos es fundamental para que la experiencia sea más positiva y reducir el miedo a la situación.
Cuando el paciente presenta estos síntomas de nerviosismo estamos muy atentos y tenemos un tacto especial y estar alertos a sus temores.
Nuestro protocolo de actuación:
- Continuidad en las citas, ponerlas más próximas
- Atenderle lo antes posible sin hacerles esperar.
- Duración de la consulta corta, pero permanecer el tiempo adecuado para que el organismo pueda reducir su malestar.
- Que la situación sea lo menos molesta posible.
- Que se vayan con el mejor recuerdo posible.
Debemos detectar qué provoca la fobia y solucionarlo con el paciente de la manera más cómoda posible.
Cuidamos mucho nuestra comunicación verbal, estamos en constante comunicación con él, no debemos dejarle sólo, cuchichear o mostrar señales de dolor próximo.
Lo importante es ir dando información al paciente durante el tratamiento de lo que va a pasar, lo que va a sentir…etc “Saber” implica controlar la situación.
La distracción es una técnica muy útil, tranquilizamos con palabras, gestos o sonrisas. Cuando nuestra paciente está tenso, intentamos hablarle de temas que le interesen, su trabajo, hijos…etc.
También se tranquiliza con técnicas de relajación y respiración. Parar durante el tratamiento para relajar hombros, cuello, frente.
Es importante que nuestro paciente tenga una manera de comunicarse con nosotros, que nos indique cuándo quiere que paremos, si le duele, así teniendo el control la relajación será más fácil.
Si cuando acudes al dentista tienes miedos, fobias o te produce nerviosismo, nosotros te ayudamos a controlarlo.
Cuidamos a nuestros pacientes con mucho tacto, cariño y respeto.
Ven a visitarnos y te ayudamos con tu tratamiento.
Clínica Dental Silva te ayuda a sonreír y que tu estancia sea lo más agradable posible.
Noticia publicada en blog de Clínica Dental en Digital de León
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